Los crackers y las patatas fritas son dos de los snacks más populares en todo el mundo. Sin embargo, a pesar de su sabor delicioso y su conveniencia, estos alimentos también tienen varios aspectos negativos que vale la pena considerar. En este artículo, exploraremos algunos de los efectos perjudiciales de los crackers y las patatas fritas en la salud y por qué es importante consumirlos con moderación.

Tanto las patatas fritas como las galletas saladas pueden hacer que tu nivel de azúcar en sangre suba y baje como una montaña rusa. La mayoría de ellos se consideran alimentos ultraprocesados . Las patatas se fríen en aceites inflamatorios, mientras que muchas galletas comienzan con una base de carbohidratos de digestión rápida (en forma de harinas refinadas) que desencadenan picos de azúcar en la sangre. Ambos suelen estar elaboradas con ingredientes que pueden elevar rápidamente el azúcar en sangre y contribuir a la inflamación. Algunos de los culpables más comunes incluyen:

Cereales refinados:

Al despojar a los cereales de sus capas externas (el germen y el salvado), se ablandan y se conservan mejor. Pero también se elimina la mayor parte de la fibra, las grasas saludables, las vitaminas y los minerales. Con menos fibra para ralentizar la descomposición de los almidones en glucosa, comer cereales refinados puede provocar un aumento del azúcar en sangre. Los cereales refinados más comunes en las patatas fritas y las galletas saladas son las harinas de trigo, arroz y maíz.

Almidones procesados:

Los almidones son un tipo de hidrato de carbono que se encuentra en muchas plantas. Muchas veces, el almidón es separado de otros compuestos, como la fibra. A continuación, es secado hasta que se descompone en un polvo blanco, suave y de sabor neutro que se añade a muchos productos procesados para mejorar su textura. Es posible que en la etiqueta aparezca como almidón de patata, almidón de tapioca o maltodextrina. Como aporta carbohidratos sin fibra, el almidón pueden aumentar el azúcar en sangre. Por ejemplo, la maltodextrina tiene un índice glucémico más alto (una medida de la rapidez con la que un alimento aumenta el azúcar en sangre) que el azúcar de mesa.

Aceites vegetales y de semillas refinados:

Los aceites refinados como el de girasol, canola, semilla de uva, maíz, semilla de algodón, soja, cacahuete, salvado de arroz, nuez, sésamo y cártamo tienen un alto contenido en ácidos grasos omega-6. Consumir una dieta rica en omega 6 puede sentar las bases de enfermedades inflamatorias, como las cardiopatías y la artritis reumatoide.

Jarabe de maíz de alta fructosa y azúcares añadidos:

Incluso los tentempiés salados suelen contener azúcares añadidos y edulcorantes. Algunos de ellos se elaboran con azúcar y jarabe de maíz de alta fructosa. Con el tiempo, un exceso de azúcar añadido puede provocar diabetes de tipo 2.

Si bien los crackers y las patatas fritas pueden ser opciones tentadoras como snacks, es importante tener en cuenta sus aspectos negativos para tomar decisiones informadas sobre la alimentación. El consumo excesivo de estos alimentos puede contribuir a problemas de salud como la obesidad, enfermedades cardiovasculares y desequilibrios nutricionales. Optar por alternativas más saludables y frescas, puede ayudar a mantener una dieta equilibrada y promover una mejor salud a largo plazo . En futuros post os hablaremos de ello. Si quieres más información, no dudes en contactar con los profesionales de Sendo.

Aunque el ejercicio regular es fundamental para cuidar de la salud en general, y en particular para el control de la diabetes, a muchas personas les cuesta encontrar la motivación para hacerlo. Esto puede deberse a diferentes factores, como la falta de tiempo, la falta de interés en las actividades físicas, la falta de confianza en la propia capacidad para hacer ejercicio o el temor a las complicaciones que podrían surgir durante el ejercicio debido a la diabetes.

Además, a veces podemos sentirnos cansados o débiles y esto puede hacer que nos resulte difícil motivarnos para hacer ejercicio, entrando así en un círculo vicioso en el cual la falta de ejercicio y la fatiga se retroalimentan la una a la otra. Algunas personas también pueden tener problemas de depresión, ansiedad o estrés, que pueden afectar a su motivación para hacer ejercicio. Por lo tanto, es importante reconocer estos factores, encontrar estrategias para superarlos y hallar la motivación para hacer ejercicio de manera regular y consistente.
A continuación, te proporcionamos algunas estrategias efectivas para motivarte a hacer ejercicio e incluirlo en tu rutina para el cuidado de tu salud.

1. Establece metas realistas

Es importante establecer metas realistas para evitar sentirte abrumado y desmotivado. Puedes comenzar con pequeñas metas, como caminar 15 minutos al día y aumentar gradualmente la duración y la intensidad del ejercicio. Es mucho más importante hacer todos los días algo de ejercicio, que hacerlo dos horas un solo día a la semana, por ejemplo.

2. Encuentra actividades que disfrutes

Busca actividades físicas que disfrutes y que se adapten a tu estilo de vida. Puede ser caminar, nadar, bailar, practicar yoga o cualquier otra actividad que te guste. Cualquier actividad que te exija un esfuerzo por encima del estado de reposo, es una buena idea para comenzar.

3. Haz ejercicio con un amigo o familiar

Hacer ejercicio con alguien puede ser más divertido y motivador. Puedes encontrar un amigo o familiar que tenga intereses similares y programar sesiones de ejercicio juntos. Sólo, llegarás más rápido. En compañía, llegarás más lejos.

4. Incorpora el ejercicio en tu rutina diaria

Si tienes dificultades para encontrar tiempo para hacer ejercicio, puedes incorporarlo en tu rutina diaria. Puedes caminar o andar en bicicleta para ir al trabajo o a la tienda, o simplemente hacer una caminata después de la cena. No tomar ascensores, bajarte una parada antes del transporte público…

5. Registra tus progresos

Registrar tus progresos puede ser una forma efectiva de mantenerte motivado. Puedes llevar un diario de ejercicios o utilizar una aplicación, como Sendo Diabetes, para registrar tus logros y ver tu progreso con el tiempo.

6. Recompénsate

Establece recompensas para ti mismo después de cumplir con tus objetivos de ejercicio. Pueden ser pequeñas cosas, como comprar un nuevo par de zapatos deportivos o tomar un día de descanso, o algo más grande, como un viaje o una cena en un restaurante elegante.

7. Encuentra un entrenador personal

Si tienes dificultades para motivarte por ti mismo, puede ser útil encontrar un entrenador personal que te ayude a establecer metas y te mantenga responsable.

En relación a este último punto, las aplicaciones de ejercicio, nutrición y hábitos de vida, como Sendo diabetes, pueden ser una herramienta útil para ayudarte a mantener un estilo de vida saludable y controlar tu diabetes. Sendo diabetes puede prepararte un programa personalizado de nutrición y ejercicio, además de darte valiosos consejos sobre cómo mejorar tus hábitos. Además, puede proporcionarte información sobre tu progreso y ayudarte a establecer metas realistas.

Un plan de alimentación saludable nos ayuda a aumentar nuestra energía y mantener a raya los antojos evitando la tentación de comer. La clave consiste en centrarse en ingredientes que mantengan la glucosa estable, para evitar los picos y bajadas de azúcar en sangre ya que estos pueden provocarnos un bajón. Sabemos que no siempre es fácil, ya que los azúcares y los carbohidratos pueden colarse incluso en opciones aparentemente sanas, especialmente si comes fuera. Por ello, a continuación te damos unas pautas sencillas para conseguir menús óptimos. Esperamos que te sean de gran ayuda.

-Verduras de hoja verde.

Verduras como la col rizada, la berza, la acelga, la rúcula, la col china y la escarola contienen fibra, vitaminas, minerales y fitoquímicos, que favorecen, una regulación óptima de la glucosa. Las investigaciones demuestran que los antioxidantes y polifenoles de los alimentos vegetales pueden proteger contra la diabetes, gracias a su capacidad para mejorar los procesos celulares relacionados con el control de la glucosa.

Es importante que sepas que las ensaladas deberían ser la mejor opción metabólicamente hablando del menú. No obstante, debes tener cuidado con las mezclas habituales, como la fruta deshidratada, los aderezos crujientes, como los picatostes o las tiras de tortilla fritas, y los aderezos llenos de azúcar o miel, que podrían disparar tu glucosa después de comer. Lo mismo ocurre con las sopas ricas en verduras con estimulantes de la glucosa como el arroz, los fideos y la pasta, así como el pan y las galletas saladas de acompañamiento.

Si preparas tu propia ensalada, recuerda añadir una proteína como pescado salvaje, pechuga de pollo criado en pastos, ternera alimentada con pasto, tofu no modificado genéticamente, alubias o legumbres. Evita los aliños de ensalada con aceites de semillas refinadas que pueden causar estrés oxidativo, y opta en su lugar por aceite de oliva y un chorrito de zumo de limón o un chorrito de vinagre de sidra de manzana.

-Alimentos ricos en fibra.

Además de ayudarte a mantenerte regular y alimentar tu microbioma intestinal, la fibra también puede mejorar el control glucémico. Existen estudios que demuestran que las dietas ricas en fibra se asocian a niveles más bajos de glucosa e insulina después de las comidas y a una menor variabilidad de la glucosa.

Procura optar por por bollos de lechuga, berza, nori, panes sin cereales y tortillas de harina de frutos secos, en lugar de bollos, wraps o panes hechos con harina refinada (blanca o de mandioca). El proceso de refinado elimina el salvado fibroso del grano, por lo que el organismo descompone los hidratos de carbono más rápidamente, lo que puede provocar un pico de glucosa. Cambia las carnes procesadas llenas de azúcar por carnes enteras (pollo criado en pastos, ternera alimentada con pasto, pescado salvaje), huevos, legumbres y verduras.

-Grasas omega-3.

Los omega-3 son un grupo de ácidos grasos poliinsaturados muy conocidos por sus efectos antiinflamatorios y cardiosaludables. También parecen influir en la salud metabólica. Un estudio de la Universidad de Harvard descubrió que los omega-3 aumentan los niveles de la hormona adiponectina, que favorece la sensibilidad a la insulina. Además, existen estudios que han relacionado una mayor concentración de grasas omega-3 en los glóbulos rojos con mejores perfiles metabólicos.

Aunque el pescado (salmón, ostras, anchoas, sardinas y caballa) es una de las fuentes más potentes de omega-3, no es la única forma de obtener estas grasas reguladoras del azúcar en sangre. Por ejemplo, la carne de alta calidad, las semillas de lino, las semillas de chía y las nueces están repletas de omega-3 y pueden ser una forma estupenda de introducirlos en tu dieta durante el almuerzo.

También puedes optar por un batido rico en omega-3. Los batidos son rápidos, fáciles y muy personalizables, convirtiéndolos en una opción ideal. Puedes añadir una cucharada de semillas de lino y otra de semillas de chía a tu batido favorito para un almuerzo rico en omega 3. Estas semillas densas en nutrientes también contienen fibra, grasas saludables, proteínas y micronutrientes, todos los cuales ayudan a la aptitud metabólica.

-Grasas saludables.

Combinar grasas con hidratos de carbono puede reducir las subidas de glucosa después de las comidas, pero el tipo de grasa es importante para la salud metabólica a largo plazo. Se ha demostrado que el consumo de grandes cantidades de grasas saturadas -alimentos como los cortes grasos de carne, la piel de las aves, los productos lácteos y algunos aceites- disminuye la sensibilidad a la insulina de todo el organismo en un 25%.

Puedes conseguir tus grasas mediante tentempiés saludables a mediodía como galletas saladas o de semillas con guacamole o mantequillas de frutos secos. Para picar algo rápido puedes tomar aceitunas o un puñado de frutos secos. También te sugerimos que acompañes el hummus con unas rodajas de pimiento rojo, apio, coliflor y brócoli, ricos en sulforafano ya que pueden aumentar la sensibilidad a la insulina.

-Proteínas limpias.

Junto con las grasas, el maridaje de proteínas puede ayudar a minimizar los picos de glucosa. Cambia las carnes procesadas y los cortes grasos de cerdo, ternera y aves de corral criados de forma convencional por carnes rojas ecológicas y alimentadas con pasto, aves de corral criadas en pastos y pescado salvaje de mayor calidad. Estas carnes de mayor calidad no contienen antibióticos y co ntienen más omega-3 que sus equivalentes convencionales, lo que ayuda a mejorar el metabolismo. Te recomendamos que acompañes las proteínas con hortalizas o verduras.

En caso de tener alguna duda, lo ideal es que consultes con un profesional de la salud que pueda guiarte . Si necesitas ayuda, Sendo Diabetes te proporciona un plan de dieta y ejercicio personalizado para ayudarte a conseguir el control de tu diabetes, y, por qué no, su remisión completa.


Merece la pena. ¡Ve a por ello!

El azúcar en sangre, también conocido como glucosa en sangre, procede de los alimentos que ingerimos. Nuestro cuerpo genera azúcar en sangre al digerir algunos alimentos y convertirlos en un azúcar que circula por el torrente sanguíneo. Se utiliza como fuente de energía, almacenando nuestro cuerpo de inmediato en nuestras células el que no necesita para su uso posterior. Debes saber que su exceso puede ser perjudicial. Como ya te hemos hablado en nuestro blog, la diabetes de tipo 2 es una enfermedad que se caracteriza por unos niveles de azúcar en sangre superiores a los considerados normales . Nos parece importante que recuerdes que una diabetes no controlada puede provocar problemas en el corazón, los riñones, los ojos y los vasos sanguíneos. Es por ello, que cuanto más sepas sobre cómo afecta la alimentación al azúcar en sangre, mejor podrás controlar tu diabetes.

Tu cuerpo descompone todo lo que comes y absorbe los alimentos en sus diferentes partes. Estas partes incluyen hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas y otros nutrientes. Los carbohidratos que consumes se convierten en azúcar en sangre, por lo tanto cuantos más hidratos de carbono consumes, mayores son los niveles de azúcar que liberas al digerir y absorber los alimentos. La ingesta de hidratos de carbono es la parte más importante de tu dieta que debe tener en cuenta a la hora de controlar estos niveles .
Los alimentos que generan los mayores picos de azúcar en sangre son los ricos en carbohidratos procesados. Aquí podemos incluir productos de grano blanco, como la pasta y el arroz galletas pan blanco cereales procesados en frío bebidas azucaradas. Si estás vigilando tu ingesta de carbohidratos, no tienes por qué evitar estos alimentos pero debes tener cuidado con el tamaño de las porciones y sustituirlos por cereales integrales cuando sea posible.

Mezclar los alimentos es una buena opción. Las proteínas, las grasas y la fibra ayudan a ralentizar la digestión de los carbohidratos. Esto ayudará a reducir los picos de azúcar en sangre después de las comidas.

La frecuencia con la que se come durante el día también es importante. Intente mantener constantes tus niveles de azúcar en sangre comiendo cada 3 a 5 horas. Tres comidas nutritivas al día más un par de tentempiés saludables suelen mantener estable el nivel de azúcar en sangre.

Si padeces diabetes, es posible que tu médico te recomiende la cantidad de carbohidratos que puedes tomar en las comidas y los tentempiés. También puedes contactar con profesionales que te ayuden a planificar tus comidas. Debes tener en cuenta tu estado de salud, edad y nivel de actividad a la hora de establecer unas pautas dietéticas.

En otros artículos de nuestro blog te hemos hablado en mayor detalle sobre la importancia del ejercicio físico para el control de tu diabetes. Si te interesa te recomendamos que accedas a este contenido tan interesante. Queremos recordarte, que el ejercicio puede tener un gran efecto sobre los niveles de azúcar en sangre, ya que se utiliza como fuente de energía. Cuando se utilizan los músculos, las células lo absorben para obtener energía. Dependiendo de la intensidad o duración del ejercicio, la actividad física puede ayudar a reducir la glucemia durante muchas horas después de dejar de moverse.

Además, si practicas ejercicio con regularidad, las células de tu cuerpo pueden ser más sensibles a la insulina. Esto ayudará a mantener los niveles de azúcar en sangre dentro de unos márgenes normales. La insulina , una hormona producida por el páncreas, ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre colaborando con las células a absorber el azúcar del torrente sanguíneo. El ejercicio puede ayudar a que las células respondan mejor y sean más sensibles a la insulina.

La frecuencia con la que debes medir tu nivel de glucosa en sangre depende del tratamiento por lo que es muy importante seguir las indicaciones de tu médico sobre los momentos adecuados para ti. Los momentos más habituales son por la mañana, antes y después de las comidas, antes y después de hacer ejercicio, al acostarte y si te encuentras mal. Aunque lo que comes y la actividad física que realizas afectan a tu glucemia no hay forma de saber qué efecto tienen a menos que midas el azúcar en sangre. Para ello, puedes utilizar un medidor de glucosa en sangre y saber si está dentro de los valores deseados. También debes trabajar con tu médico en tu rango individualizado.

Los alimentos también contienen proteínas y grasas que nos aportan calorías. Debes saber que si consumes más calorías de las que quemas en un día, esas calorías se convertirán en grasa y se almacenarán en tu cuerpo. Cuanto más peso ganes, menos sensible será tu organismo a la insulina. Como resultado, tus niveles de azúcar en sangre pueden aumentar.

Si tienes diabetes o te han dicho que tienes altos niveles de azúcar en sangre, habla con tu médico o con un profesional sobre lo que puedes hacer para comer de forma más inteligente y saludable. En Sendo te podemos ayudar a conseguirlo. Merece la pena. !Ve a por ello!

Hoy vamos a hacer algo diferente, que seguro que te gustará. Te traemos una inspiradora charla TED que, probablemente, va a ser una inspiración y una motivación para ti.

Las charlas TED están impartidas por personalidades de la divulgación científica, empresarios, pensadores, figuras políticas, economistas… Estas conferencias tienen como objetivo promover, originariamente, “las ideas dignas de ser difundidas”. Puedes encontrar charlas sobre salud, arquitectura, educación, filosofía… Cualquier temática susceptible de mejorar la vida de las personas tiene cabida en este formato.

Hoy queremos compartir contigo la conferencia “Con diabetes sí se puede”.

En esta charla, María Ignacia Mont nos relata su experiencia como atleta de alto rendimiento con Diabetes tipo 1 y de qué manera esto pasó de ser una adversidad a una motivación para seguir mejorando constantemente.

Maria Ignacia debuta con Diabetes Tipo 1 a los 11 años, lo cual no le es un impedimento para competir internacionalmente en atletismo. Primero a nivel escolar, posteriormente, a nivel universitario en Estados Unidos, y finalmente, como atleta internacional. Actualmente compatibiliza los entrenamientos con sus estudios de Ingeniería Comercial.

Con el hilo conductor de su carrera deportiva, Maria Ignacia nos transmite en esta magnífica charla, el mensaje de que “Con diabetes si se puede”.

Pincha en el siguiente enlace y disfruta del mensaje que comparte Maria Ignacia.

https://www.youtube.com/watch?v=JJd3iMXlofU





 

La resistencia a la insulina es un trastorno por el que las células del cuerpo dejan de responder a la hormona insulina, pudiendo alterar todos los sistemas del organismo. La clave para revertir o prevenir la resistencia a la insulina consiste en estabilizar tus niveles de glucosa. Para ello, la dieta desempeña un papel fundamental. En el artículo de hoy os hablamos de alimentos que puedes evitar en la lista de la compra.

Cereales para el desayuno

Un estudio realizado en 2021 reveló que el 58% de los cereales de desayuno más vendidos en todo el mundo contenían altos niveles de azúcar, 22,5 gramos por cada 100 gramos de cereal, lo que equivale a casi un día entero de azúcar añadido, según algunos expertos.

Muchos cereales para el desayuno, incluso aquellos que no contienen azúcar refinado en grandes cantidades, siguen teniendo un índice glucémico alto, lo que significa que provocan un gran aumento del azúcar en sangre. Con el tiempo, todo esto puede reducir la sensibilidad a la insulina y provocar resistencia a la misma.

Hay estudios que demuestran que desayunar puede mantener los niveles de azúcar en sangre más estables a lo largo del día, por lo que es importante encontrar una opción de desayuno que no contenga azúcar ni cereales refinados.

Puedes optar por desayunos ricos en proteínas, ricos en fibra y bajos en glucosa, como una tortilla con verduras, copos de avena con mantequilla de frutos secos y bayas con yogur (evitando el yogur con fruta añadida, que suele tener un alto contenido en azúcar).

Patatas fritas

Ya sabemos que las patatas fritas no son buenas para la salud cardiometabólica en general,y en particular para controlar los niveles de glucosa. Esto se debe a que se trata de un alimento rico en almidón, con un alto índice glucémico, poca fibra y, a menudo, cocinado con aceites procesados que forman grasas trans nocivas cuando se elevan a altas temperaturas.

El consumo de grasas con carbohidratos suele ralentizar la absorción de glucosa por el cuerpo, por lo que es posible que notes que tu glucosa no se dispara de inmediato si utilizas una herramienta como un MCG para hacer un seguimiento de tus niveles.

Pero las patatas fritas (y los alimentos fritos en general) pueden provocar un pico tardío debido a su alto contenido en grasas y carbohidratos. La grasa de las patatas fritas aumenta los triglicéridos en sangre durante horas después de la comida, y cuando estos triglicéridos llegan al hígado, donde se procesan, el hígado se vuelve resistente a la insulina y segrega glucagón, lo que provoca un aumento de los niveles de azúcar en sangre, incluso mucho después de haber comido. En resumen, la combinación de grasas y carbohidratos en grandes cantidades contribuye a una resistencia temporal a la insulina y a un pico retardado de glucosa que no te deja sentirte bien.

Comer alimentos fritos se ha relacionado con un microbioma intestinal menos diverso, que puede hacer que tu intestino sea más permeable y aumentar el riesgo de resistencia a la insulina e inflamación.
Entonces, ¿qué se puede hacer? Resulta que la forma de preparar las patatas afecta a su IG. Las patatas hervidas y asadas, por ejemplo, son las que menos influyen en los niveles de glucosa. Dejar la piel de las patatas también aumenta su contenido en fibra.

La mejor forma de prepara las patatas es cocerlas, dejarlas enfriar y volver a calentarlas, un proceso que aumenta su contenido en almidón resistente y puede mejorar la sensibilidad a la insulina.

Leche de avena

De entre todas las alternativas la leche de avena es la que peor afecta a los niveles de glucosa, aunque esté indicada como no azucarada. Durante la producción, se añaden enzimas para descomponer los almidones complejos de la avena cruda y transformarlos en maltosa, un azúcar simple. Aunque una pequeña cantidad puede no ser un problema, beber cantidades elevadas de leche de avena, utilizándola como base en batidos, añadiéndola a un tazón de cereales o preparándose un café con leche con ella, puede desencadenar un gran aumento del azúcar en sangre (y de la secreción de insulina).
En lugar de la leche de avena o leche de arroz, igualmente rica en carbohidratos, puedes optar por la leche de almendras, la leche de coco asegurándote de que sea sin azúcar.

Refrescos sin azúcar

Si estás intentando reducir el consumo de azúcar refinado, es probable que hayas optado por refrescos sin azúcar o edulcoradaos artificialmente . Aunque esto pueda parecer una victoria porque no tienen un impacto a corto plazo en los niveles de glucosa en sangre, los edulcorantes no nutritivos (ENN) pueden afectar a la tolerancia a la glucosa y a la sensibilidad a la insulina a través de otras vías del organismo.
Aunque se necesita más investigación para estudiar los efectos específicos de los ENS, cambiar el azúcar refinado por edulcorantes artificiales puede no ser lo más saludable, y no aborda la cuestión de fondo: los antojos de azúcar y la sensibilidad al dulce.

Entonces, ¿qué debemos hacer? Aunque los edulcorantes naturales como la miel, la estevia y el sirope de arce pueden ser mejores que los artificiales, al fin y al cabo siguen siendo azúcar, y contribuirán igualmente a la resistencia a la insulina.

En su lugar, opta por un chorrito de limón, té sin azúcar (con un chorrito opcional de leche de almendras) o el agua infusionada con rodajas de cítricos. Si sigues sintiendo la necesidad de comer algo dulce prueba a restablecer tus papilas gustativas tomando un descanso de 2 a 4 semanas de todo lo dulce.

Como ves es importante estar informado y conocer que alimentos pueden evitar un mejor control de tus niveles de azúcar en sangre y mantenerte con energía. No te olvides de seguir una dieta nutritiva y equilibrada para mantener un nivel de glucemia saludable. Para ello, puedes contactar al equipo SENDO quienes te pueden ayudar a crear un plan adecuado para ti.

Referencias utlizadas en este artículo

 

https://www.cspinet.org/news/us-cereals-higher-sugar-and-sodium-certain-other-countries-20161129

https://www.hsph.harvard.edu/nutritionsource/carbohydrates/added-sugar-in-the-diet/

https://diabetesjournals.org/care/article/44/9/1907/138884/Fried-Foods-Gut-Microbiota-and-Glucose-Metabolism

Olvídate de las espinacas, del brócoli.. La pasta está pasada de moda… Una nueva ola de frutas, verduras y cereales, apodados superalimentos, están experimentando un gran auge ya que a todos  ellos se les atribuyen innumerables beneficios para la salud.  Un artículo publicado en la revista Healthline https://www.healthline.com/health-news/superfoods-healthy-benefits-072214  

nos habla de ello a través de  la información obtenida tras reunirse con varios expertos en nutrición y de la industria alimentaria para conocer los detalles de estos superalimentos. ¿Son realmente beneficiosos para la salud?

El aporte de antioxidantes

Alissa Rumsey, R.D., C.D.N., explicó a Healthline que los superalimentos -término acuñado por los profesionales del marketing- suelen tener un alto contenido en vitaminas, nutrientes y antioxidantes. Los antioxidantes son compuestos naturales que se encuentran en los alimentos y nos protegen contra los efectos nocivos de la oxidación y la inflamación en nuestro organismo. “Muchas cosas pueden causar inflamación en el organismo, y las células se oxidan, lo que puede provocar muchas enfermedades”, explica Rumsey. “Los antioxidantes ayudan a deshacerse de estos radicales libres que se producen cuando hay oxidación”.

El experto de la industria alimentaria Phil Lempert, editor de supermarketguru.com, habla sobre el cuidado que los consumidores deben tener  con  los superalimentos ya que la palabra ‘superalimentos’ aparece en muchos productos que probablemente no merecen esa denominación porque, al igual que los términos ‘nuevo’, ‘fresco’ o ‘gratis’, se ha convertido en una palabra de moda. Lempert  aconseja leer las etiquetas de los productos y las páginas web de los fabricantes para averiguar por qué se promociona el producto como superalimentos ya que por ejemplo, la etiqueta puede decir que el producto es rico en antioxidantes o que contiene probióticos. Incluso entonces, advierte Lempert, “en el caso de los probióticos , el fabricante puede cargar el yogur con un millón de cultivos activos de bacterias en la fábrica, pero eso no significa que cuando consumas estos yogures los cultivos estén realmente vivos y te aportaren algún beneficio. Se trata más bien de una estrategia de marketing. Los fabricantes deben demostrar al consumidor con hechos, en lugar de utilizarlos como reclamo para que la gente compre”.

La col rizada gana popularidad

Uno de los nuevos superalimentos que más atención está suscitando es la col rizada, una verdura de hoja verde repleta de vitamina K. Anita Mirchandani, R.D., C.D.N., portavoz de la Asociación Dietética del Estado de Nueva York expone: “Empezamos con las espinacas, luego pasamos a la col china y después al brócoli. Ahora la col rizada es lo más. Sin duda tiene sus ventajas ya que es antiinflamatoria y tiene fibra”.  “Muchos ‘superalimentos’ como la col rizada están ganando popularidad por su versatilidad”. Mirchandani define estos alimentos como  prácticos ya que se pueden consumir de muchas maneras. Podemos saltearla con ajo como guarnición,  ponerle vinagre  y tomarla como ensalada o incluso hacer un zumo. 

 La quinoa se impone a la pasta y el arroz

La quinoa, un cereal milenario, también está ganando fuerza como superalimento. “Se puede saltear y utilizar como acompañamiento de una carne. Puedes preparar un bol de quinoa o una ensalada de quinoa en lugar de verduras. Tiene más proteínas y menos hidratos de carbono que la pasta”, explica Mirchandani. También nos sugiere el amaranto, un grano muy pequeño que parece estar ganando atención ya que “es una buena fuente de proteínas y aminoácidos esenciales, que son los nutrientes esenciales que forman las proteínas de nuestro cuerpo” afirma.

Por otro lado, Franci Cohen, entrenadora personal y nutricionista titulada de Nueva York, también da su visto bueno a la quinoa por ser una buena fuente de proteínas, hierro, zinc, vitamina E y selenio, lo que ayuda a controlar el peso y a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardíacas y diabetes.

Las bayas entran en la lista

Muchos tipos de bayas están entrando en la lista de  superalimentos.  Según Mirchandani, el zumo de bayas de acai ha superado en popularidad al de granada y es muy apreciado como bebida para reducir el colesterol.

Es posible que no se piense en las frutas congeladas como superalimentos. “Cuando las frutas frescas están fuera de temporada, las congeladas, como los arándanos silvestres, más pequeños que los normales, son muy nutritivas ya que se recogen justo cuando están maduros y se congelan, frente a las bayas que se envían desde el otro lado del país o desde otros países. El contenido en nutrientes de las bayas enviadas puede ser inferior al de las congeladas” expica Rumsey.

Las semillas están de moda

Las semillas de chía y de lino también se han subido al carro de los superalimentos.  Mirchandani destaca los ácidos grasos omega-3 de las semillas de chía. Las define como un gran complemento si no comes pescado graso dos veces por semana, Según informó a la revista, tienen más fibra que el cáñamo y otras semillas más pequeñas, y son estupendas cuando se usan para hacer batidos”. Asimismo nos recomienda moler las semillas de lino y usarlas para hacer productos horneados.

Rumsey está de acuerdo en que las semillas de lino deben molerse y refrigerarse: “Las semillas de chía pueden incorporarse fácilmente a los alimentos. Si se comen enteras, pasan por el organismo y salen por el otro lado sin procesar. La chía se digiere de forma un poco diferente. Cuando las semillas de chía se mezclan con líquido en un batido, o en el estómago en el tracto digestivo, forman un gel y se absorben de esa manera”.

 Los aguacates y el aceite de coco los más buscados

El aguacate se está convirtiendo rápidamente en el superalimento más buscado. Comemos el aguacate como aperitivo, lo vemos en los menús y en los bocadillos”, dice Mirchandani. “Es una gran fuente de grasas saludables y un buen sustituto de la mayonesa, sin grasas saturadas”.

También se habla bastante del aceite de coco. “El aceite de coco es un antioxidante cardiosaludable que puede hacer que tu cuerpo funcione mejor”, dice Cohen. “El aceite de coco puede ayudar a reforzar tu cuerpo contra los virus y bacterias que pueden causar enfermedades. También puede mejorar la función tiroidea y el control del azúcar en sangre, facilitar la digestión, reducir el colesterol y mantener el peso equilibrado. El aceite es perfecto para alimentos preparados al horno, verduras. Se puede utilizar como parte de un sofrito de cebolla o ajo, o añadirlo a los copos de avena.”

¿Volver a lo básico?

Entonces, ¿qué puedes hacer si vives en una zona donde muchos de estos superalimentos no están disponibles o si no puedes permitirte comprar algunos de los más caros?

Mirchandani recomienda obtener sus beneficios nutricionales comiendo cualquier variedad de frutas, verduras, huevos, nueces y yogur. Entre los alimentos ricos en antioxidantes están los pimientos, las bayas y todo lo que sea rico en vitamina C, como las naranjas, los pomelos y la papaya, o en vitamina A, como las zanahorias. Asimismo, sugiere el yogur, el cual es muy accesible y  económico, como uno de los superalimentos de los más nutritivos ya que es una excelente fuente de calcio, grasas y proteínas.  Mirchadani sugire añadirle fruta o nueces y  así tenemos un tentempié muy saludable.  “En realidad, se trata de que la gente empiece por lo básico y vaya avanzando. Los superalimentos son alimentos que no requieren multivitaminas. Obtienes los nutrientes de una forma natural y tu cuerpo los absorbe. Esta forma es más sana que si tomas un complejo multivitamínico”.

Por otro lado, Rumsey  explica que siempre hay algo nuevo que está de moda, y debemos  tener en cuenta que los antioxidantes están en todas las frutas y verduras por lo que es recomendable comer de forma variada eligiendo aquellas y suficiente cada día.  Debemos intentar comer una verdura en cada comida y una fruta dos o tres veces al día. También podemos añadir  frutos secos, como las nueces,  y las almendras . “Prácticamente todo lo que hay en la sección de frutas y verduras es un superalimento”, afirma Lempert. Asimismo, Lempert nos sugiere marisco y  pescado fresco ya que nos  puede aportar muchas proteínas por un coste menor y pocas calorías, por lo que  también se pueden considerar  superalimentos”.

Con respecto a la disponibilidad y precio de la quinoa, Rumsey sugiere que optemos  por los granos integrales ya que es más rentable. “Los cereales integrales tienen más nutrientes y antioxidantes, ya sea quinoa, cebada, arroz integral u otro tipo de cereal integral” afirma.

En conclusión, no se sabe qué otros superalimentos estarán por llegar. Mientras tanto, tal y como nos indica los expertos debemos enfocarnos en el equilibrio, en reducir el azúcar, la grasa y las calorías y en aumentar  la fibra y los alimentos con vitaminas y minerales. Debemos pensar más allá de encontrar la fórmula mágica y  traer nuestra atención a lo que comemos a lo largo del día y de la semana. Tal y como nos sugiere Lempert,  “Cuando se trata de salud y bienestar, mucho de esto es  sentido común”

El running es una actividad con un gran número de seguidores ya que se puede practicar en cualquier sitio y a cualquier hora. Particularmente, para las personas con diabetes, suele ser una de las opciones de ejercicio más utilizadas. Pero como en el caso de todas las actividades que conllevan cierta exigencia,  tanto física como mental, es importante tener la técnica correcta antes de ponerte las zapatillas y salir a la calle.

En este post, nos vamos a centrar en un aspecto de suma importancia: la técnica adecuada para respirar al correr.

Recuerda que, cuando corres, tus músculos tienen que trabajar mucho más duro. Necesitan un mayor suministro de ‘combustible’. Requieren energía y es imprescindible que les llegue un mayor suministro de oxígeno. Es interesante que sepas cómo respirar al correr para poder disfrutar mejor de tu actividad y conseguir que tu experiencia sea más agradable.

A veces podemos pensar que la respiración es algo que funciona de manera natural y que no hay que pensar en ello, pues funciona sola, sin más. Sin embargo, no es así.  No es lo mismo respirar estando quieto, que realizando las actividades del día a día, o durante una actividad física intensa. En el caso del ejercicio, una técnica inapropiada de respiración provocará un cansancio más temprano e intenso y, por lo tanto, seguramente, una experiencia menos agradable.  

¿Por la nariz o por la boca?

Tienes que resolver una eterna duda. Uno de los primeros factores que has de tener en cuenta es si debes respirar por la nariz o por la boca. Hay muchas teorías sobre cuál es el canal más adecuado. Sabemos que, cuando el aire pasa por la nariz, se calienta y resulta menos dañino para la garganta. El problema es que el conducto nasal solo permite que entre oxígeno en cantidades más pequeñas que por la boca, y esto no es suficiente para satisfaces las demandas de oxígeno durante la carrera.  

Por lo tanto, como primera regla, siempre que estemos haciendo ejercicio de forma moderada o intensa, es recomendable respirar por la boca para facilitar el paso del aire a los pulmones en las cantidades necesarias, y retrasar la fatiga. Sólo tienes que ver cualquier competición de atletismo para ver corroborar esto. Y si el paso del aire frío resulta áspero, podrías compensar abrigándote de forma adecuada, con un buff en el cuello, por ejemplo.

La importancia del diafragma

El diafragma es un tejido plano elástico y resistente situado debajo de los pulmones. Tiene una función fundamental durante la inspiración y la expiración. Al inspirar, el diafragma se contrae y empuja contra el abdomen para incrementar el volumen de la cavidad torácica. De esta forma, pueden llenarse los pulmones del aire. Al espirar, el diafragma se relaja para reducir el volumen del tórax y expulsar el aire, haciendo de pistón.

Debido a la importancia de su función elástica, sería ideal evitar tensión excesiva en sus fibras musculares. Para estirar el diafragma, puedes hacer varios ejercicios de control respiratorio. Uno que funciona muy bien es “tirar” con tus manos de la parte inferior del tórax hacia arriba al inspirar, como si quisieras elevar tus costillas. Al soltar el aire, tira un poco más hacia arriba, como intentando “abrir” el tórax lateralmente con las manos. Repite esto 5 o 6 veces, tumbado en el suelo, intentando relajarte.

Relación entre la frecuencia respiratoria y la frecuencia de zancada

Al instruir a tu cuerpo sobre cómo respirar al correr de manera efectiva, es recomendable tener en cuenta el concepto de la frecuencia de respiración. Una de las técnicas que más efectivas suelen mostrarse es la de acompasar la respiración con tu zancada. Por ejemplo, una frecuencia 2:2 representaría dar dos zancadas mientras inspiras, una con el pie izquierdo y otra con el derecho, y otras dos zancadas a la vez que espiras.

Una frecuencia 2:2 sería lo indicado para un ritmo moderado. Si el ritmo de carrera fuese más lento, la frecuencia de respiración podría ser de 3:3. En cambio, en caso de correr más rápido y necesitar más oxígeno, podría ser de 1:2. Esta frecuencia significaría dar una sola zancada mientras inspiras, y dar dos zancadas al espirar, o viceversa: 2:1. Esta última no suele ser la mejor de las opciones. Contrariamente a lo que seguramente, es más importante expulsar el aire ya utilizado que centrarse en inspirar, lo cual suele ser más intuitivo.

El ritmo de respiración variará según cada individuo. Lo importante es que te sientas cómodo con tu manera de respirar al correr, y que el proceso sea eficaz, claro. Para ello, recuerda: debes respirar por la boca.

Músculos de la respiración

Además de la técnica de respiración, tenemos que saber que los músculos que nos permiten respirar también se fatigan. Cuando ocurre, cumplen peor su función, que es facilitar la entrada y salida de aire de tus pulmones.

Afortunadamente, también puedes entrenar estos músculos para hacerlos más fuertes y resistentes. Incorporar a tu rutina de entrenamiento ejercicios para fortalecer la musculatura respiratoria, hará que tu rendimiento respiratorio mejore. Por tanto, disfrutarás más de la práctica del running, tengas el nivel que tengas.

Existen algunos aparatos que ofrecen resistencia cuando el aire pasa a los pulmones cuando tomas el aire por la boca. Algunos de los más conocidos son el ‘Powerbreathe’ y el ‘Spiro Tiger’. Si quieres entrenar los músculos respiratorios para rendir mejor bajo condiciones de actividad cardiovascular intensa, es una opción muy interesante y muy fácil de utilizar.  

Es importante que sepas que el entrenamiento de la musculatura respiratoria contra estas resistencias debes hacerlo, al menos al principio, estando en reposo. Hacerlo mientras corres no es una buena idea, excepto para los atletas de alto rendimiento. Otra forma de entrenar estos músculos es la natación, una actividad muy útil para mejorar la fuerza de estos músculos, sobre todo si alternas el nado libre con apneas.

Como hemos visto, es esencial tener claro cómo respirar al correr. Obtendrás un rendimiento superior al habitual, y también disfrutarás más del ejercicio.

Si quieres poner en práctica consejos como este, pero sigues teniendo alguna duda sobre cómo llevar tu entrenamiento, no dudes en descargarte la app Sendo Diabetes. Estamos especializados en el diseño de programas de entrenamiento, de nutrición y de mejorar de la calidad de vida adaptados a las necesidades de cada individuo. En este caso, a la mejora de los hábitos y de la salud de las personas con diabetes.

Las enfermedades bucodentales, entre ellas la enfermedad periodontal (EPO), están asociadas a diferentes enfermedades, entre ellas la diabetes mellitus. La EPO y la diabetes, así como la obesidad, comparten tanto factores de riesgo como mecanismos fisiopatogénicos vinculados a la inflamación crónica.

Factores de riesgo modificables como la alimentación inadecuada, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol, son compartidos por las enfermedades bucodentales y la diabetes. Es importante mencionar que además se ven fuertemente influenciadas por determinantes socioeconómicos. La asociación entre salud bucal y sistémica es mutuamente influyente, las enfermedades sistémicas (aquellas enfermedades que comprometen múltiples órganos), especialmente los desórdenes metabólicos, afectan la salud bucal y también las patologías de la boca pueden afectar la salud general.

La Diabetes Mellitus (DM) es una enfermedad sistémica que afecta el aparato estomatognático (conjunto de órganos y tejidos que permiten las funciones fisiológicas de comer, hablar, sonreír, respirar, besar o succionar). Tanto la DM como la EPO son dos patologías muy frecuentes. Se estima que en el mundo el número total de personas con DM se elevará de 537 millones en el 2021 a 643 millones en el año 2034.

En personas con diabetes, un nivel alto de azúcar en sangre (hiperglucemia) puede causar daño en todo el cuerpo, incluidos los dientes y las encías.

Las enfermedades más frecuentes que podemos observar en pacientes con DM (en especial cuando la misma tiene mal control) son:

  • Caries: La boca contiene muchos tipos de bacterias de forma natural. Cuando los azúcares de los alimentos y bebidas interactúan con estas bacterias, en los dientes se forma una película pegajosa conocida como placa bacteriana. Los ácidos de la placa atacan las superficies de los dientes. Esto puede causar caries y enfermedades de las encías. Mientras más elevada esté su glucemia (azúcar en sangre) mayor será la posibilidad de desarrollar caries.

  • Enfermedad temprana de las encías (gingivitis): La diabetes reduce la capacidad para combatir las bacterias. Si la placa bacteriana no se retira con el cepillo y el hilo dental, se endurecerá debajo de la línea de las encías y se convertirá en una sustancia dura llamada sarro. Cuanto más tiempo permanezcan la placa y el sarro en los dientes, más irritarán la parte de las encías alrededor de la base de los mismos. Con el tiempo, las encías pueden hincharse y sangrar con facilidad.

  • Enfermedad avanzada de las encías (periodontitis): Si no se trata, la gingivitis puede generar una infección más grave llamada periodontitis, que destruye el tejido blando y el hueso que sostiene los dientes. Con el tiempo, la periodontitis hace que las encías y la mandíbula se separen de los dientes, lo que a su vez hace que los dientes se aflojen y posiblemente se caigan. La periodontitis tiende a ser más grave en las personas que tienen diabetes. Una infección como la periodontitis también puede hacer que el nivel de glucemia se eleve, lo que a su vez hace que la diabetes sea más difícil de controlar. Prevenir y tratar la periodontitis con limpiezas dentales regulares puede ayudar a mejorar el control de la glucemia. En caso de movilidad dentaria o sangrado de encías consultar al equipo de salud.

  • Candidiasis oral: Las personas con diabetes pueden ser más propensas a desarrollar candidiasis oral, que es una infección causada por un hongo. Se manifiesta por parches blancos o rojos dolorosos dentro de la boca. Practicar una buena higiene bucal puede ayudar a evitarla.

  • Sequedad de la boca: Algunas personas con diabetes también experimentan una falta de saliva, trastorno que se conoce como “sequedad de boca”. Sin saliva para mantener la boca húmeda y bañar los dientes, existe un mayor riesgo de que se produzcan caries, enfermedades de las encías y candidiasis oral.

¿Qué podemos hacer para mejorar la salud bucal?

Cepillar los dientes al menos dos veces por día. Cepillarse por la mañana, por la noche e, idealmente, después de las comidas. Utilizar un cepillo de dientes de cerdas suaves y pasta dental con flúor. Evitar cepillar con fuerza, ya que esto puede irritar las encías. Cambiar el cepillo cada tres meses. Considerar el uso de un cepillo de dientes eléctrico en presencia de artritis u otros problemas que puedan dificultar un buen cepillado. Es muy importante recalcar que la limpieza mecánica, es decir de frotamiento de las superficies dentarias con el cepillo, el hilo dental y los cepillos interdentales es lo que genera una adecuada limpieza. Pueden usarse o no sustancias como colutorios antisépticos o determinadas pastas dentífricas, pero no son estas sustancias las que despegan la placa bacteriana de la superficie dental, sino el frotamiento que se realiza con la técnica de higiene descrita a continuación.

 

La OMS (organización Mundial de la Salud) nos propone los siguiente pasos para un correcto cepillado y uso del hilo dental:

 

  • Cepillarse primero la arcada superior siguiendo los pasos y luego repetirlos en la inferior. Ser ordenados/as permite no omitir ninguna superficie. Comenzar por las superficies externas de los dientes; cepillarlas en un ángulo de 45 grados con pequeños movimientos que cubran la mitad del diente en dirección hacia la línea de las encías, es decir, el cepillo debe orientarse a la unión encía-diente. Seguir cepillando las superficies externas de las piezas asegurándose de llegar hasta los molares. Sin forzar el cepillo, las cerdas no deben curvarse. Sujetar el cepillo en posición horizontal y cepillar estas zonas con un movimiento hacia adelante y hacia atrás. Continuar por la cara interna de las muelas con movimientos horizontales de adelante hacia atrás. Cepillar la cara interna de los dientes inclinando el cepillo verticalmente y realizar movimientos suaves hacia arriba y hacia abajo con el cabezal del cepillo. Asegurarse de cepillar suavemente la zona de la línea de las encías. Cepillar las caras de las muelas que mastican (oclusales).

 

  • Usar hilo dental al menos una vez por día. El hilo dental ayuda a remover la placa entre los dientes y debajo de la línea de la encía. Si se tiene problemas para pasar el hilo dental por los dientes, usar la variedad encerada. Si resulta difícil manipular el hilo dental, usar un soporte para hilo dental. Al igual que con la técnica de cepillado, se sugiere comenzar por la arcada superior de derecha a izquierda y luego continuar ordenadamente con la arcada inferior para no olvidar ningún espacio interdental.

 

¿Como utilizar el hilo dental?

Cortar un tramo de hilo dental de aproximadamente 40 cm. Enrollar el hilo en los dedos mayores de ambas manos y tomar el tramo que queda entre ambas manos con el dedo índice y pulgar, dejando 3 a 5 cm. Introducir el tramo de hilo que quedó entre los dedos índices y pulgares en el espacio entre los dientes. Frotar de adentro hacia afuera la pared de un diente primero y luego del otro, hacerlo introduciendo el hilo suavemente en la encía, pero sin presionarla. Es posible que las primeras veces las encías sangren ya que la presencia de placa bacteriana las inflama, pero esta situación debe ir mejorando a medida que las encías dejan de estar inflamadas. Debe ir utilizando un tramo diferente de hilo para cada espacio interdental, es por eso que se sugiere cortar 40 cm, para ir utilizando todo el largo del mismo. Cuando los espacios entre las piezas dentarias han aumentado, como ocurre con la edad o en personas que sufren EPO, se sugiere utilizar cepillos interdentales para la limpieza de estas superficies.

 

Es fundamental mirar las encías para detectar signos tempranos de enfermedades. Informar al equipo de salud de cualquier signo de enfermedad de las encías, incluido el enrojecimiento, la inflamación y el sangrado de las mismas. También mencionar cualquier otro signo o síntoma, como boca seca, dientes flojos o dolor en la boca. Visitar regularmente al odontólogo/a, por lo menos dos veces al año. Asegurarse de que el/la odontólogo/a sepa que usted tiene diabetes. Recordárselo en cada visita.

Comprometerse a controlar la diabetes: Seguir las indicaciones acordadas con el equipo de salud para mantener el nivel de la glucemia dentro del rango objetivo. Cuanto mejor se controle, menor será la probabilidad de desarrollar problemas bucodentales.

No fumar: Fumar aumenta el riesgo de presentar complicaciones serias de la diabetes, incluyendo la enfermedad de las encías y, en última instancia la pérdida de los dientes. Si fumas, pídele consejo al equipo de salud para que te ayude a dejar de fumar.

 

 

Casi siempre que hablamos de diabetes, pensamos en dos tipos: la 1 y la 2. Pero realmente existen más formas de diabetes, como la diabetes mody, la diabetes lada, o la diabetes gestacional. Hoy vamos a hablar de esta última.

Hay mucha evidencia sobre cómo el ejercicio ayuda a controlar la glucemia y a mejorar la salud de las personas embarazadas que desarrollan diabetes gestacional. Si es tu caso, seguro que tu médico te ha informado sobre ello. Pero… ¿y después de dar a luz? Esta es la pregunta que se hacen muchas mujeres que han recibido consejos sobre cómo ejercitarse durante el embarazo, pero tienen muchas dudas sobre cómo retomar el ejercicio después del alumbramiento. De esto trata nuestro post de hoy.

EJERCICIO POSTPARTO

El parto es la culminación de un proceso que conlleva multitud de cambios y alteraciones fisiológicas y anatómicas muy importantes en tu cuerpo. Es lógico que, sobre todo si has practicado ejercicio durante el embarazo, quieras comenzar con tu actividad normal lo antes posible. Pero este proceso, tan feliz como traumático, requiere que respetes unas pautas para volver a tu actividad de forma satisfactoria y segura.

Vamos a hablar de los consejos para retornar a tu actividad después de un parto vaginal sin complicaciones. Si tu parto fue mediante cesárea o tuviste alguna complicación, deberás guiarte por las recomendaciones de tu médico para comenzar cualquier plan de ejercicio.

Muchos de los cambios fisiológicos y anatómicos que se dan durante el embarazo, persisten durante las primeras 4-6 semanas después del alumbramiento, y es en esta fase donde más atención y cuidado deberás prestar. El Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos dice que se puede comenzar con un plan de ejercicios adaptado desde los primeros días, si te sientes bien y con ganas para hacerlo. De hecho, el ejercicio post parto está asociado a una mejor recuperación física, pero también psicológica, pues está demostrada una menor incidencia de depresión postparto en aquellas mujeres que retornan a la práctica de ejercicio en las primeras semanas. Las recomendaciones generales son las siguientes:

Semanas 1 y 2

Seguramente al principio, sobre todo si es tu primera experiencia, no tendrás ni ganas ni fuerzas para ni siquiera plantearte comenzar a hacer ejercicio. Aún así, si encuentras el tiempo y la motivación necesarias, durante estas primeras dos semanas el objetivo tiene que ser, por una parte, mejorar la oxigenación de tus tejidos, desentumecer músculos, tendones y articulaciones, y por otra parte, ayudar a la recuperación de tu perineo, que estará hinchado y amoratado, particularmente si sufriste una episiotomía. La recomendación para estas dos semanas es:

  • Ejercicios de Kegel: Estos ejercicios aumentarán el riego sanguíneo hacia la zona del perineo, fortalecerán los músculos del suelo pélvico, que estarán distendidos y debilitados tras el parto, y te ayudarán a prevenir problemas de incontinencia urinaria. La rutina basica Kegel puede resumirse en los siguientes puntos, aunque en este enlace podrás encontrar información audiovisual interesante al respecto.

    • Recuéstate de espaldas con las rodillas levantadas y los pies apoyados en el suelo.

    • Contrae los músculos de tu vagina como si intentaras interrumpir el flujo de orina cuando vas al baño.

    • Sostén hasta la cuenta de diez, luego relájate. Repítelo diez veces. Trata de hacer hasta tres o cuatro series aproximadamente tres veces por día.

    • No contraigas los músculos de tus piernas ni de tu abdomen.

  • Pasear: En cuanto te sientas con ganas, comenzar con pequeños paseos, mejor acompañada de tu bebé. Comienza con 5 o 6 minutos y verás como enseguida eres capaz de caminar 20-30 minutos a un buen paso todos los días

  • Durante estas dos semanas no hagas ningún ejercicio más como correr, entrenamiento de fuerza… los procesos biológicos tienen un ritmo que es bueno respetar.

  • IMPORTANTE: Es normal durante los primeros días experimentar un pequeño sangrado, que se conoce como loquios, y que durante los primeros días tendrá un color rojo oscuro que irá diluyéndose hasta prácticamente desaparecer a los 10-12 días . Si después de 4 días el sangrado sigue siendo color rojo oscuro, presenta un olor exageradamente fuerte, sientes escalofríos, o el sangrado es excesivamente profuso, interrumpe el ejercicio y acude a tu médico, pues puede ser síntoma de hemorragia. Es bueno aclarar que el ejercicio no aumenta el riesgo de hemorragia.

Semanas 2 a 4

Después de estas primeras dos semanas, podrás empezar a introducir otro tipo de ejercicios en tu rutina. Aún no es momento de correr si es lo que te gusta, pero sí podrás añadir a tu entrenamiento de las dos primeras semanas otro tipo de ejercicios:

  • Entrenamiento de fuerza: Puedes comenzar a introducir poco a poco ejercicios muy sencillos, sin peso adicional, como las sentadillas, los fondos sobre rodillas… Puedes encontrar ejemplos de ejercicios en otros artículos de este blog. Siempre con muy baja intensidad y sin desencadenar la fatiga. Recuerda que estás arrancando tu organismo otra vez. Escoge 3 ejercicios y realiza 2-3 días por semana 3 series de 6 repeticiones de cada uno. Será suficiente por ahora

  • Core training: Puedes empezar también a introducir ejercicios muy sencillos como el bird-dog, planchas sobre rodillas… siempre muy poco a poco y guiándote por tus sensaciones. También podrás encontrar en otros posts de este blog algunos ejercicios de este tipo.

Semanas 5 y 6

Entras en la última fase de transición, y ya estás a punto de casi poder empezar a hacer de todo, sobre todo si has comenzado a poder dormir más. Eso sí, con calma. Puedes introducir:

  • Ejercicio cardiovascular: Si te gusta, puedes volver a la máquina elíptica, el step o incluso algo de remo o bicicleta estática (si tu zona perineal te permite sentarte en la bici sin problemas). Vigila la intensidad y procura no fatigarte aún. Ya llegará el momento para ello.

  • Entrenamiento de fuerza: Puedes empezar a entrenar un poco más, siempre evitando movimientos rápidos y explosivos. Todo controlado y con calma. Puedes añadir algo de peso extra a tus ejercicios (poco) y podrás variar la cantidad y el tipo de ejercicio a tu gusto. Ideal comenzar con pequeños circuitos de ejercicios enfocados a grandes grupos musculares, como las piernas, el pecho, los músculos de la espalda… Un circuito de 8 ejercicios, al que darás dos vueltas a razón de 10 repeticiones para cada ejercicio es una buena pauta para este periodo.

  • Entrenamiento abdominal: Durante el parto, esta musculatura sufre mucho y es normal experimentar dolor de espalda estas primera semanas. Es el momento de prestar atención a la tonificación abdominal, con movimientos muy controlados. Todavía no pienses en series ni en repeticiones. Realiza cada dos días unas pocas repeticiones de cualquier ejercicio abdominal que te guste. Solo contraer y tonificar esta zona, con movimientos muy suaves. También puede serte de utilidad en esta fase la gimnasia hipopresiva, de la que hablaremos en este blog.

  • Deberás continuar con tus ejercicios de Kegel y con tus paseos tranquilos acompañada de tu pequeño

Semanas 6 a 8

Ya puedes empezar a correr, si es lo que te gusta. Alterna la caminata y la carrera en función de tus sensaciones y en tres semanas verás que puedes volver a correr 20- 30 minutos seguidos sin problemas (si antes lo hacías). Si nunca antes habías corrido, consulta el post sobre cómo empezar a correr. Te será de utilidad. Si lo que te gusta es la bicicleta, la elíptica, el remo… podrás realizar esta actividad sin problema.

También es el momento de retornar a las clases dirigidas tipo aerobic, danza, o cualquier actividad grupal, si es lo que hacías antes del embarazo o es lo que deseas comenzar a hacer. En este caso, tu profesora sabrá cómo adaptar las primeras clases para que no sean excesivamente fatigantes para ti.

En cuanto al entrenamiento de fuerza, entrenamiento abdominal, entrenamiento del core… durante estos 15 días ve aumentando progresivamente la intensidad de entrenamiento, y a partir de la octava semana, verás cómo podrás comenzar a pensar en dar un gran paso adelante.

Aunque te sientas muy bien, deberías seguir ejercitando tu musculatura perineal con los ejercicios de Kegel.

A partir de la semana 8

Este es el momento para comenzar a acercarte progresivamente, pero sin temor, al nivel que tenías antes de quedarte embarazada. Tu organismo ya está preparado para que vayas aumentando, sin barreras, la intensidad de entrenamiento. Semana a semana ve marcándote nuevos retos y verás cómo antes de lo que piensas estás a pleno rendimiento. Incluso, si tu objetivo es competir, es muy común el caso de mujeres que logran su mejor nivel competitivo después de ser madres.

ASPECTOS IMPORTANTES A TENER EN CUENTA

  • El ejercicio post parto ha demostrado que acelera mucho la recuperación del peso idóneo después de dar a luz

  • El ejercicio postparto mejora la sensación de bienestar y contribuye a que no aparezca la depresión postparto, y por la liberación de endorfinas que conlleva, hará que te encuentres más relajada.

  • Realiza tus ejercicios siempre después de amamantar a tu bebé. Tu pecho estará descargado y evitarás que el ejercicio pueda acidificar ligeramente el sabor de tu leche, lo que podría ocurrir si das pecho a tu bebé justo después de entrenar.

  • El Departamento de Nutrición de la Universidad de California ha encontrado aumentos en la producción de leche materna en mujeres que practican ejercicio, en relación a las que no lo practican del orden de 50 – 100 ml/día.

  • Es importante que utilices un sujetador deportivo adecuado, lo cual te evitará molestias innecesarias.

  • Mantente bien hidratada, con una ingesta de agua de al menos 3 litros al día. Esto mejorará tu recuperación y la calidad de tu leche materna.

  • Por último, pero no menos importante, escucha a tu cuerpo. No tengas prisa, haz caso a las señales (sueño, fatiga…) y no pretendas acelerar un proceso natural que lleva su propio ritmo.