Sendo Diabetes

¿Nutrición o ejercicio físico?

Tradicionalmente, el control de la diabetes ha sido conducido, farmacología aparte, por el cambio de hábitos alimenticios. Siendo esto, como sabes, imprescindible para el manejo de la diabetes, cada vez hay más evidencia de la importancia clave del ejercicio físico para la mejora de la salud de las personas con diabetes.

¿Por qué es tan importante el ejercicio para el control de nuestra enfermedad?

El ejercicio físico es el regulador metabólico más potente que tiene nuestro organismo, estando entre sus efectos más interesantes, los siguientes:

  • Permite la captación de glucosa sanguinea sin la intervención de la insulina

  • Disminuye la resistencia a la insulina

  • Mejora el perfil lipídico

  • Mejora la función cardiovascular

  • Estimula el sistema inmune

  • Disminuye la inflamación

  • Previene y evita la obesidad

  • Mejora la función neural

  • Mejora la función cognitiva y la memoria

  • Reduce la depresión y la ansiedad

De hecho, nuestro planeta está lleno de ejemplos de poblaciones con hábitos dietéticos que no consideraríamos saludables, pero que desconocen la enfermedad metabólica. Los masais, con una dieta basada casi exclusivamente en carne, leche y sangre, o los inuit, que prácticamente subsisten a base de carne de foca, morsa y ballena boreal, con muchísima grasa y nada de fruta o verdura, o los deportistas de resistencia, con una dieta basada en un 70% en carbohidratos, muchos de ellos azúcares. Estos son sólo unos pocos ejemplos de poblaciones que toleran muy diferentes tipos de alimentación que podrían considerarse bastante alejadas de lo que entendemos por “alimentación sana”, pero que tienen una salud metabólica de hierro.

¿Cuál es el factor común a todos ellos? La gran cantidad de actividad física. Y es que la actividad física, además de provocar muchos efectos positivos, es una gran protectora y es capaz de contrarrestar los efectos perniciosos de una mala alimentación.

Hay una película – documental que aborda de una forma interesante este efecto protector de la actividad física sobre la alimentación inapropiada. Se llama Supertrain me, y puedes verla en este enlace. https://vimeo.com/108164420

En relación a la dieta, el ejercicio y el desarrollo de la diabetes, tenemos algunos datos publicados interesantes. Por ejemplo, en esta gráfica se observa la relación entre el consumo de carbohidratos en Estados Unidos y la prevalencia de obesidad. Se observa que, pese a una disminución grande y progresiva del consumo de carbohidratos, los índices de obesidad se están disparando.

O esta otra gráfica en la que se observa algo similar en la población de China. Una reducción significativa en el consumo de carbohidratos, y en cambio, un aumento muy grande en los índices de obesidad.

O, más específicamente para la diabetes, la relación entre el consumo de azúcar y la prevalencia de diabetes en China y USA. Donde el consumo de azúcar va descendiendo, pero la prevalencia de diabetes se dispara.

Y en cambio, estas dos imágenes pueden darnos mucha información. A la izquierda vemos una foto de Pekin en 1988 y a la derecha una del mismo lugar en 2010. Y es que, en general, ha descendido dramáticamente la cantidad de actividad física diaria necesaria para seguir el ritmo de vida propio de los países industrializados. Y esto es un serio problema.

Cada día la ciencia muestra nuevas evidencias de que el sedentarismo es un asesino silencioso implacable.

Ahora bien, no debemos confundir el mensaje. Si bien el ejercicio puede mejorar mucho la salud de las personas diabéticas, la realidad es que en nuestro caso debemos ser rigurosos con el manejo de las recomendaciones nutricionales de nuestros médicos y nutricionistas, y es que las personas con diabetes tenemos una alteración metabólica que dificulta mucho la absorción de glucosa, por lo que debemos controlar con detalle su ingesta.

En el caso de las personas diabéticas, seguir una alimentación con un control preciso sobre la ingesta de hidratos de carbono es crítico y fundamental. Tanto como seguir las pautas farmacológicas que nos prescriben los profesionales sanitarios.

Dicho esto, la actividad física es un factor multiplicador de todos los factores relacionados con la salud y la calidad de vida. De hecho, como ya escribimos en otro post de este blog, la actividad física regular y mantenida, puede hacer desaparecer la diabetes tipo 2 y reducir la cantidad de insulina necesaria en la diabetes tipo 1.

Sin entrar en mucho detalle, nuestra musculatura, cuando es ejercitada, segrega unas moléculas llamadas miokinas que, a modo de mensajeros de la salud, regulan el funcionamiento de todos los tejidos, órganos y células de nuestro organismo.

Ahora, lo interesante es saber qué tipo y dosis de ejercicio es la que más beneficios nos puede dar, tanto para mejorar el control de nuestra diabetes, como para incrementar nuestra calidad de vida.

De esto trataremos en próximas publicaciones. Permanece alerta, y, mientras tanto, nuestra app Sendo Diabetes te guiará en tu proceso para aprender a manejar tu salud y mejorar tu calidad de vida. Accede desde aquí

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